Entender al cuerpo como un relato poético y bello Michel Johnson nunca se puso zapatillas de media punta, al menos no seriamente. Su meta nunca fue hacer ballet, y sin embargo, se acercó a la fotografía por el baile. Ahora, el ojo de este fotógrafo cubano de 31 años está entrenado en retratar cuerpos esculturalmente tallados por los movimientos en punta, los giros y los saltos. Además, se deja guiar por la pasión que le despierta un arte que para él se relaciona estrechamente con la poesía, y él es, también, poeta. “En primera instancia yo soy poeta, y me viene la necesidad de ilustrar unos poemas que construí precisamente por mi afición por el ballet”, comenta a El País. 

El país
Por Rosalía Souza @rosaliasouza_

 La torre de marfil y el sueño de Michel Explica Michel que para La torre de marfil no llevó adelante «un proceso selectivo en escena, aunque ya sí los había observado en el escenario. Preferí verlos día a día. Lejos de mallas y zapatillas, para ir descubriendo sus cuerpos poco a poco antes de hacerles alguna fotografía. «Cada pieza partió de una idea, aunque ellos, por supuesto, le daban el acento propio, que surgía espontáneo. Nos quedaba claro que no deseábamos captar un movimiento ni una secuencia rítmica. Ellos entendieron perfectamente que se trataba del reflejo de sus almas, como mismo sucedía en los poemas». 

Juventud Rebelde
Por Jose Luis Estrada Betancourt

 La propuesta artística de Michel Johnson refleja el cuerpo humano retratado desde la dramaturgia del movimiento en la danza, logrando una visualidad que desde nuestra contemporaneidad nos permite remitir a la representación de cuerpo desnudo con la habilidad de crear escenas narrativas dramáticas e intensas, encontradas también entre otras creaciones en las esculturas barrocas de Gian Lorenzo Bernini. 

CIDDAE/Teatro Solís
El acervo documental del CIDDAE/Teatro Solís integra “Memoria del Mundo de América Latina y el Caribe”, UNESCO.

 Una suerte de «inventario», pero despojado de cualquier taxonomía especulativa, aséptica, lo constituye La torre de marfil, exposición fotográfica de Michel Johnson muestra que dialoga con narrativas contemporáneas de interacción simbólica, y el modo en que cambia el signo cuando se subvierte el ángulo de enfoque —más bien de comportamiento— y revierte la interpretación llevándola al juego de las apariencias, al espejismo que subyace en cada acción o idea. Alexeis de Jesús Rodríguez Mora crítico 

Alexeis de Jesús Rodríguez Mora
Critico

 Sin duda, él ha plasmado con creces y refinamiento, las frases de dos grandes, Pina Bausch: “La danza es poesía muda” y Balanchine: “Decir con el cuerpo”. Toda fotografía tiene múltiples significados -en sí mismas no explican nada- invitan a la deducción, a los contenidos de significaciones extravagantes, a las fantasías. Aquí nos encontramos con una obra donde se respira varios discursos, ellos tienen que ver con lo que se dice, con lo que se deja ver y con lo que no se dice ni se ve. 

Irene Macek
Revista Tend

 Al igual que a Rubén Darío —en sus Cantos de vida y esperanza— a Michel Johnson le tentó el anhelo de «la torre de marfill»… Al igual que al poeta nicaragüense, Johnson sintió también el «hambre de espacio y sed de cielo», a pesar de haber luchado, quizás, por «encerrarse dentro de sí mismo»… Michel Johnson se ha abierto, como el artista que es, y lo ha hecho con estas fotos y con ese concepto que también se describe como «símbolo o imagen de la noble pureza». 

Antonio Fernández Seoane
Crítico vicepresidente de la Asociación de Artes Plásticas de la Unión Nacional de Artistas y Escritores de Cuba UNEAC

 Del cuerpo nacen todas las escrituras. Desde el cuerpo se hacen todas las lecturas. Cuerpo…, Danza…, Fotografía…se dan la mano en un triunvirato perfecto. Como hacedor propone un tema universal que nos conduce al reencuentro de las esencias y, reconstruye su poética ideoestética desde la recurrencia al cuerpo-memoria, al cuerpo-vida. 

Lissette Hernández García
DEU/Universidad de la Habana

 Michel está en Montevideo y su presencia estrecha los vínculos de amistad y solidaridad de Uruguay con el pueblo de Cuba a través del mejor arte. Sabemos que van a disfrutar y valorar no sólo la calidad artística de la exposición, sino también el esfuerzo de un artista que desde una provincia cubana se propuso (y lo logró) darle vuelo internacional a su arte. Que lo disfruten. 

Eduardo Lorier
Embajador de Uruguay en Cuba

 Conformada a partir de bailarines y bailarinas en poses de ballet, o de danza, las fotografías, cada una de ella, porta un título sugerente para el espectador, que podrá así asociarlas a otros discursos artísticos como el ballet, el teatro, la mitología griega, esta última un motivo dominante a la hora de apreciar la belleza del cuerpo desnudo, en posición danzante. 

CiberCuba
Por Joel del Rio

 El resultado final es, siempre, de una belleza distinta a la belleza que se encuentra en la naturaleza, porque es una belleza quinta esenciada, culta, depurada y, en resumen, intelectual. Tal vez sea por estas razones que el fotógrafo opta por colocar a sus modelos en un espacio neutro, distinto al del escenario decorado para la presentación, porque de este modo la atención del espectador se concentra en el cuerpo que posa para la cámara, modelado por la luz, revelador de una belleza singular, escultórica, que para algunos podrá tener resonancias eróticas pero que, a la larga, es como el arte al que remite, sensible, sí, pero cerebral y lógico” 

Martñin Garrido

 Michel Johnson, un tunero al Consejo Internacional de la Danza Con la sencillez que lo caracteriza al hablar con quienes seguimos sus pasos desde la patria chica, el creador contó detalles a 26 vía Internet. “Muchas personas me felicitan, pero no saben a ciencia cierta de qué se trata, solo saben que es algo bueno. Les pido que imaginen que son fanáticos al fútbol y la FIFA, la máxima autoridad en ese ámbito, los haga parte de la organización. ¿Es lo máximo, verdad?; pues esto sería lo mismo, pero referente a la danza. “Si se tiene en cuenta que los miembros son rigurosamente escogidos por países, y entre ellos hay profesores, bailarines, escuelas, artistas visuales, todos con una consagración de años en el trabajo danzario, pues el orgullo es mayor”. 

Periodico 26
Por Esther De la Cruz Castillejo

 De acuerdo con Johnson, la exposición está exenta de cualquier señal erótica, porque se trata solo de mostrar el cuerpo en todo su esplendor y riqueza de movimientos. ‘El proyecto surgió a partir de una serie de poemas míos inéditos pertenecientes a la obra Poemario sobre puntas, inspirados en bailarines’, explicó. La idea era ilustrar mi poesía a través de ese lenguaje corporal que trasmiten los artistas del ballet clásico y fue un trabajo arduo de alrededor de dos años, con largas sesiones de siete horas diarias para lograr lo que buscaba, precisó.